miércoles, 5 de noviembre de 2008

Antibióticos

No sé qué me queda por ver.


Hoy mi médico ha intentado arrancarme una placa de la garganta con uno de esos palitos de madera que se amontonan en lapiceros de dudosa higiene en las mesas de las consultas. Ha dicho que "así se había hecho toda la vida" y se le ha visto notablemente contrariado cuando los músculos de mi garganta han decidido que las cabras también se tiraban de los campanarios "de toda la vida" y se han cerrado. Con mucho aire de resignación y mirándome como si fuera un caso perdido, me ha hecho una receta para que me tome un antibiótico durante tres días.


Hoy estoy acumulando tal cantidad de odio que casi ni me acuerdo de que ha ganado Obama.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo te recomendaría que fueras a la consulta de Txumari, que las placas con orín de mono titi se caen que da gloria verlas

Anónimo dijo...

Siesque siesque no aguantas nada. En mis tiempos nos ponían un hierro al rojo y ni una lagrima nos salía... buah, los jovenes de ahora no aguantais nada. Una guerra tenías que pasar tú, vamos. ;)

Un beso Manuela, a ver si te veo en el msn que hace tiempo que no sé nada de ti.