viernes, 28 de agosto de 2009
Yo le aseguro...
domingo, 17 de mayo de 2009
¿Y ahora qué hago yo?
Mario Benedetti, que se encontraba ya muy malito, se ha marchado cuando estaba a punto de ser lunes. Quién sabe, quizás se acordó del chiste y no le pareció una buena forma de empezar la semana.
Sonará infantil, pero ¿y ahora qué hago? El cuento es muy sencillo, sí, debería haberlo entendido ya, pero dolió tanto que se fueran él y Antonio Vega así de juntos, casi de la mano, que me gustaría no volver a abrir los periódicos en una temporada.
Adiós, Mario. Siento este nuevo destierro, pero al menos queda el tonto consuelo de que éste será el definitivo. Ojalá que alguna vez, en algún lugar, vuelva a existir alguien como usted, y ojalá que, esta vez, ese alguien sólo sepa lo que es el exilio por sus poemas.
usted sufre
sábado, 16 de mayo de 2009
Salir, tocar, para verte sonreír...
1957-2009
martes, 12 de mayo de 2009
martes, 14 de abril de 2009
Grandes finales
Pues bien, para mí, éste es el tipo de final que cualquier escritor debería buscar para una historia.
miércoles, 1 de abril de 2009
"Lo voté, luego lo critiqué y ahora me arrepiento"
Raúl Alfonsín, con un sol colgado del cuello
domingo, 29 de marzo de 2009
Freud, de vacaciones en el mar
He soñado que el mar tomaba Madrid. Yo había estado tanto tiempo fuera que ya no había obras, y alguien me llevaba en coche y me contaba que iba a ver el mar. "¿El mar llega ya a Madrid?", me extrañaba yo. "¿Y qué pasa con Cuenca y con Valencia?". Me daban algún tipo de explicación convincente que hablaba de un embalse de agua marina y cuando me quería dar cuenta allí estaba, el mar, tras una curva de la M-30. También llegaba a mi casa, y se posaba debajo de mi ventana, podía tocar el agua con sólo estirar los dedos.
No sé qué querrá decir, pero no es la primera vez que lo sueño.
lunes, 23 de marzo de 2009
Esta noche en la frontera
San Diego, Estados Unidos. Frontera entre EEUU y México
El poder del hombre para corromper Internet no conoce límites. Resulta que la Administración estadounidense ha comenzado a ensayar un nuevo sistema de vigilancia para la frontera mexicana. "Cualquiera con una conexión a Internet puede hacer de vigilante virtual de los más de 2.000 kilómetros de frontera que separan México de Estados Unidos, controlados a través de numerosas cámaras instaladas para ello", cuenta hoy EL PAÍS.
Es decir, que usted se sienta en su casa y, en vez de conectarse a seriesyonkis.com, accede al nuevo Gran Hermano, protagonizado por espaldas mojadas, narcos, estadounidenses adúlteros en busca de diversión barata y camioneros de secano. Esto en el interior de su cabeza, claro, lo más probable es que sólo se vislumbren alambradas y matojos.
El invento está arrasando, ya que las autoridades de USA afirman que desde noviembre, mes en el que se instalaron las cámaras, los correos electrónicos de voluntarios han conducido a la captura de "más de 900 kilos de marihuana y a 30 casos en los que 'inmigrantes ilegales potenciales' han sido obligados a dar la vuelta". La mayoría de estos guardianes por amor al arte viven en Tejas, Nuevo México y Arizona, tres de los cuatro estados limítrofes con México.
Sería una gilipollez negar que yo también siento la tentación de vigilar la frontera. De hecho, creo que en alguna de esas noches en las que no me puedo dormir me conectaré al Gran Hermano de los 2.000 kilómetros y observaré, quieta y muda, con la luz de la habitación apagada, hasta que sorprenda en un movimiento sospechoso a alguna pelusa de polvo, como ésas que rodaban hacia la casa de Pedro Páramo.
Eso sí, yo no le pienso decir ni una palabra de lo que vea a nadie.
miércoles, 18 de marzo de 2009
La Sud América
¿Dónde os iríais vosotros?
viernes, 13 de marzo de 2009
Los colmillos de la crisis
De "After the crisis: a parody of 15 corporate logos", vía Gorkalimotxo.net
Últimamente... no sé, como que estoy obsesionada con la crisis. Mis amigas se han obsesionado con Crepúsculo y yo voy y me obsesiono con la crisis. En realidad no es tan diferente. La crisis -¡oh, lo he dicho otra vez!- se está convirtiendo en algo tan ambiguo y tan abstracto como un vampiro, y da la sensación de que, mientras duermes, se va a colar por las rendijas de tu persiana disfrazada de Bela Lugosi y te va a robar el alma. Y, qué queréis que os diga, ¡a mí eso me da un morbillo!
domingo, 8 de marzo de 2009
Gente que rompe cosas
Antonio Puerta. Fotografía: Público
Fragmento de la entrevista realizada a Jesús Neira por Jesús Ruiz Mantilla, publicada hoy en EL PAÍS SEMANAL:
¿Qué le pasa a esa gente [los maltratadores y agresores]? ¿Por qué cree que reaccionan así? La sociedad ha evolucionado hacia el egoísmo. En este aspecto es diferente a la que conocí de niño. Tenía otro tipo de problemas, y la violencia siempre ha existido, cierto, pero hoy es tremendo ver que un chico en Sevilla discute con una chica y su reacción es matarla. ¿Hasta dónde llega un estado mental, psíquico, de la sociedad? Pues a que no se te pueda quitar la razón en nada. Hemos llegado a una bestialidad. Me preocupa mucho la educación que se les da a los hijos. En las películas que vemos en televisión, la gente coge unos cabreos tremendos por cosas estúpidas y rompe algo. Con un golpe, una patada. Estamos en ese tipo de sociedad. Es el reflejo de que algo pasa, que no se nos puede contrariar. El hombre de hoy está dirigido al éxito, no tiene dureza para enfrentarse a la realidad. No está maduro y responde con violencia a cualquier cosa por estúpida que sea. Está absolutamente infantilizado. La adversidad es una escuela necesaria porque nunca puedes conseguir todo.
jueves, 26 de febrero de 2009
El edificio que había que romper
"Hace tiempo, la gente de Busto Arsizio estaba preocupada porque los niños lo rompían todo. No hablamos de las suelas de los zapatos, de los pantalones y de las carteras escolares, no: rompían los cristales jugando a la pelota, rompían los platos en la mesa y los vasos en el bar, y si no rompían las paredes era únicamente porque no disponían de martillos.
Los padres ya no sabían qué hacer ni qué decirles, y se dirigieron al alcalde.
– ¿Les ponemos una multa?–propuso el alcalde.
– Muchas gracias - exclamaron los padres -, pero así, los que tendríamos que pagar los platos rotos seríamos nosotros.
Afortunadamente, por aquellas partes hay muchos peritos. De cada tres personas una es perito, y todos peritan muy bien. Pero el mejor de todos era el perito Cangrejón, un anciano que tenía muchos nietos y por lo tanto tenía una gran experiencia en estos asuntos. Tomó lápiz y papel e hizo el cálculo de los daños que los niños de Busto Arsizio habían causado rompiendo tantas y tan bonitas cosas. El resultado fue espantoso: milenta tamanta catorce y treinta y tres.
– Con la mitad de esta cantidad – demostró el perito Cangrejón – podemos construir un edificio y obligarles a los niños a que lo hagan pedazos; si no se curan con este sistema, no se curarán nunca.
La propuesta fue aceptada y el edificio fue construido en un cuatro y cuatro ocho y dos diez. Tenía siete pisos de altura y noventa y nueve habitaciones; cada habitación estaba llena de muebles y cada mueble atiborrado de objetos y adornos, eso sin contar los espejos y los grifos. El día de la inauguración se le entregó un martillo a cada niño y, a una señal del alcalde, fueron abiertas las puertas del edificio que había que romper.
Lástima que la televisión no llegara a tiempo para retransmitir el espectáculo. Los que lo vieron con sus ojos y lo oyeron con sus oídos aseguran que parecía – Dios nos libre – el inicio de la tercera guerra mundial. Los niños iban de habitación en habitación como el ejército de Atila y destrozaban a martillazos todo lo que encontraban a su paso. Los golpes se oían en toda Lombardía y en media Suiza. Niños tan altos como la cola de un gato se habían agarrado a armarios tan grandes como guardacostas y los demolieron escrupulosamente hasta que sólo quedó un montoncito de virutas. Los bebés de los parvularios, tan lindos y graciosos con sus delantalitos rosa y celeste, pisoteaban diligentemente los juegos de café reduciéndolos a un finísimo polvo, con el que se empolvaban la nariz. Al final del primer día no quedó ni un vaso entero. Al final del segundo día escaseaban las sillas. El tercer día los niños se dedicaron a las paredes, empezando por el último piso; pero cuando llegaron al cuarto, agotados y cubiertos de polvo como los soldados de Napoleón en el desierto, se fueron con la música a otra parte, regresando a casa tambaleantes, y se acostaron sin cenar.
Se habían ya desahogado por completo y no encontraban ya ningún placer en romper nada; de repente, se habían vuelto tan delicados y ligeros como las mariposas, y aunque hubiesen jugado al fútbol en un campo de vasos de cristal no hubiesen roto ni uno solo.
El perito Cangrejón hizo más cálculos y demostró que la ciudad de Busto Arsizio se había ahorrado dos remillones y siete centímetros.
El Ayuntamiento dejó libertad a sus ciudadanos para que hiciesen lo que quisieran con lo que todavía quedaba en pie del edificio. Y entonces pudo verse cómo ciertos señores con carteras de cuero y con gafas de lentes bifocales – magistrados, notarios, consejeros delegados – se armaban de un martillo y corrían a demoler una pared o una escalera, golpeando tan entusiasmados que a cada golpe se sentían rejuvenecer.
– Esto es mejor que discutir con mi esposa – decían alegremente -, es mejor que romper los ceniceros o el mejor juego de vajilla, regalo de tía Mirina…
Y venga martillazos.
En señal de gratitud, la ciudad de Busto Arsizio le impuso una medalla con un agujero de plata al perito Cangrejón."
Gianni RODARI, El edificio que había que romper
lunes, 23 de febrero de 2009
Sin rencor
Lilo perdonándoselo todo a sus amigos
La resaca del fin de semana que acaba de terminar me conduce a la siguiente reflexión. Dos puntos.
A lo mejor no soy tan obsesiva con los recuerdos, o tan sentida, o yo que sé, tan rencorosa como creía hasta ahora. Puede que lo que me pase es que no bebo lo suficiente... porque, amigos, si alguien me agravió, ofendió, calumnió, etcétera, el viernes por la noche, tranquilos: el sábado ya se me había olvidado.
A esto se deben de referir cuando hablan de la memoria histórica, ¿no?
martes, 17 de febrero de 2009
Ustedes no tienen corazón
EL PAÍS - Santi Burgos - 5/3/2004
viernes, 13 de febrero de 2009
Publicidad subliminal
domingo, 8 de febrero de 2009
Las empresas no tienen alma
Desconfiad de las noticias, porque lo que nos pasa no es la crisis: lo que nos pasa somos nosotros.
jueves, 5 de febrero de 2009
martes, 3 de febrero de 2009
En pie de guerra
viernes, 30 de enero de 2009
jueves, 29 de enero de 2009
Rockin' the casbah
"¡Me prometiste que me grabarías la BSO de High School Musical!"
viernes, 16 de enero de 2009
Mímesis
José María Gutiérrez Hernández, 'Guti'
Fernando Torres
viernes, 2 de enero de 2009
Paso de cebra
Feliz año a todos