Realización del calendario Pirelli 2009. Foto: ELPAÍS.com
Eso dijo Dostoievsky.
Y un porcentaje altísimo de esa belleza -puede que la mayor parte- se encuentra en la falta de complicaciones, en la ausencia de pliegues y de reveses, en la inocencia y en la desnudez. En no decir nunca más algo que no se piense. Quizás en no decir nada.
En los animales.
(Bueno, vale: también en esa chica)
2 comentarios:
Me encanta la etiqueta a esta entrada. (Bueno, vale, y también la chica)
Es un consuelo que salve al mundo la belleza, y no la fealdad, la envidia y el egosimo, que tan de moda están últimamente...
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