Lilo perdonándoselo todo a sus amigos
La resaca del fin de semana que acaba de terminar me conduce a la siguiente reflexión. Dos puntos.
A lo mejor no soy tan obsesiva con los recuerdos, o tan sentida, o yo que sé, tan rencorosa como creía hasta ahora. Puede que lo que me pase es que no bebo lo suficiente... porque, amigos, si alguien me agravió, ofendió, calumnió, etcétera, el viernes por la noche, tranquilos: el sábado ya se me había olvidado.
A esto se deben de referir cuando hablan de la memoria histórica, ¿no?
3 comentarios:
¿A quien mataste?
Tú no eres a la que el viernes la embardurnaron de alquitrán y le echaron plumas por encima?
Jajajaja
Lo bueno que tienen las resacas es que implican una gran juerga la noche anterior...
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